El poder diastásico es una medida de la capacidad de la malta para hidrolizar el almidón en azúcares fermentables durante el proceso de maceración en la elaboración de cerveza. Este proceso es crucial, ya que los azúcares generados son los que las levaduras transforman en alcohol y dióxido de carbono. El poder diastásico se refiere a la actividad de las enzimas, principalmente la amilasa, que facilitan esta conversión de almidón en azúcares simples.
Como mencionamos antes, el poder diastásico se refiere a dos enzimas la alfa amilasa, y la beta amilasa.
La beta amilasa que tiene su óptimo de temperatura a 62 grados es la responsable de cortar el almidón en unidades de maltosa en los extremos de la cadena de almidón. Esta enzima es la principal productora de alcohol, por eso la importancia de conocer su optimismo de temperatura
Mientras que, la alfa amilasa corta el almidón en ubicaciones random, por eso su acción en un óptimo de 72 grados baja mucho la viscosidad y el cuerpo que producen las grandes cadenas de almidón.
El poder diastásico de la malta es esencial para el proceso de elaboración de cerveza, ya que determinará la cantidad de azúcares fermentables disponibles para la levadura. Un control adecuado del poder diastásico durante la producción de malta es crucial para obtener una malta de calidad y por ende una cerveza de calidad, con el contenido alcohólico y los sabores deseados.
La calidad de la malta, el conocimiento y análisis de su poder diastásico mediante el COA (Certificado de Análisis) son elementos claves en la fabricación de cerveza y una herramienta indispensable para los cerveceros.
En UMA nos aseguramos de realizar un control estricto y confiable de estos parámetros para garantizar malta de alta calidad que cumpla con los requisitos de los cerveceros y permita la producción de cervezas excepcionales que permita lograr la promesa de sabor buscada.